ComunicadosNotas de prensaNoticias
Presidente de la CMTC: Convoca a la movilización para el 1ro. de Mayo
CMTC Convoca a la movilización para el 1ro. de Mayo
ComunicadosNotas de prensaNoticias
CMTC Convoca a la movilización para el 1ro. de Mayo
ComunicadosNotas de prensaNoticias
Asociación Sindical de Trabajadores de Acuaductos y Alcantarillados (ASTRAA)
ComunicadosNotas de prensaNoticias
Sindicato Costarricense de Bomberos y Afines(SICOBO)
Convoca a la movilización para el 1ro. de Mayo
ComunicadosNotas de prensaNoticias
CMTC invita a la GRAN MARCHA NACIONAL este 1ero de mayo, 9:00 a.m.
Sesión Ordinaria del Comité Ejecutivo de FENOTRAP, celebrada el día viernes 22 de marzo 2024 en Atenas, oficinas del MAG. Organización anfitriona UDEMAG- MINAE. Entre los puntos tratados: participación y organización actividades 1 de mayo, investigación de la CLATE sobre convenio 151, taller hacia los sindicatos salario digno, consulta proyecto de Ley Asamblea Legislativa expediente 23.786, asuntos de UDEMAG-MINAE, entre otros. FENOTRAP afiliada a CMTC, CSI, CSA, CSU, CLATE, CLATSEP.
Asamblea General Ordinaria de final de período del Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Hacienda y Sistema Nacional de Aduanas SITRAHSAN. realizada el día viernes 15 de marzo en el Centro de Recreación de UNDECA, Río Segundo de Alajuela contando con una gran participación de Trabajadores y trabajadoras de distintos lugares del país. En representación de la CMTC y FENOTRAP estuvo presente y apoyando esta importante actividad nuestro presidente señor Olman Chinchilla Hernández. Felicitaciones a la nueva junta directiva y fiscalia electa a quienes desde CMTC y FENOTRAP les deseamos éxitos en este nuevo período y reafirmamos nuestro compromiso para trabajar en pro de la defensa de nuestro país y de los derechos laborales y sindicales de todos los trabajadores. Que viva SITRAHSAN organización afiliada a FENOTRAP y CMTC.
ComunicadosNotas de prensaNoticiasUncategorized
Día Internacional de la Mujer Trabajadora
Desde la CMTC reafirmamos nuestro compromiso de lucha por la defensa de los logros de las mujeres y la eliminación de todas las formas de Discriminación de Género.
En este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, desde la Secretaría de Equidad de Género, la Presidencia, su Comité Ejecutivo y sus Organizaciones afiliadas, la Central del Movimiento de Trabajadores (as) costarricenses (CMTC), nos unimos para conmemorar y rendir homenaje, a todas las mujeres que a través de la historia han demostrado ser un símbolo de lucha y resistencia. Que su trabajo y legado perduren vigorosamente en el tiempo por la conquista de los derechos de la mujer trabajadora impulsando y fortaleciendo la agenda sindical en nuestra región.
Es importante traer la historia de las incansables luchas de las mujeres a lo largo del tiempo, tanto desde el movimiento feminista, como sindical. Las mujeres trabajadoras han conquistado espacios a lo interno de los sindicatos, donde lograron empoderarse y organizarse para hacer valer sus derechos, promoviendo la transformación de las estructuras, la estrategia y de la cultura de las organizaciones. Esa lucha encontró desde sus inicios mucha resistencia de compañeros que veían y en muchos casos aún ven a las mujeres como una amenaza al empleo masculino y a sus posiciones en el mundo laboral y sindical.
También recordamos la lucha de las mujeres por la abolición de la esclavitud, la conquista de los derechos en la autonomía física (derechos sexuales y reproductivos) que aún en la actualidad están en constante disputa y con importantes retrocesos en muchos países de la región, donde se menoscaba el acceso a la educación sexual integral.
En el actual contexto de recesión económica, muchas autoridades, han utilizado tácticas represivas para callar las voces de aquellas trabajadoras, activistas, sindicalistas, ambientalistas, migrantes, indígenas, afrodescendientes, lésbicas, bisexuales y trans. Criminalizando las protestas públicas, tanto de los sindicatos como de grupos de la sociedad civil, que intentan defender sus derechos sociales, laborales, sindicales y ambientales.
La participación activa de las mujeres en la vida democrática es esencial para construir sociedades más justas e igualitarias. Sin embargo, a pesar de los progresos realizados, aún persisten barreras que limitan el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres trabajadoras.
La democracia es un pilar fundamental para garantizar los derechos de la mujer trabajadora, ya que proporciona un marco legal y político en el cual pueden defenderse y promover sus derechos de manera efectiva.
Como CMTC, seguiremos defendiendo y promoviendo espacios libres de violencia y acoso en el ámbito social, laboral y sindical y contra todo tipo de opresión.
Se ha avanzado, pero falta mucho, se requiere de cambios estructurales, económicos e institucionales para acabar con la feminización de la pobreza y construir nuevas estrategias de desarrollo basadas en los derechos humanos y centradas en trabajo decente y en el cuidado de las personas y del ambiente. Para ello se necesitan instituciones fuertes y democráticas con políticas de equidad e igualdad de género, donde las mujeres alcancen puestos de liderazgo y estén presentes en la formulación de estrategias y toma de decisiones.
Por tanto, como Central Sindical de Costa Ric en esta fecha transcendental, reafirmamos nuestro compromiso de lucha por una sociedad más justa e igualitaria, Por igualdad salarial entre hombres y mujeres, por la ratificación del convenio 190 y la recomendación 206 de OIT, contra el acoso y violencia en el mundo del trabajo, por convenios colectivos de trabajo con perspectiva de género, contra las políticas de ajuste que nos empobrecen y por la paridad de género en nuestras organizaciones sindicales.
LA IGUALDAD ES UN DERECHO QUE CADA MUJER MERERCE. SIGAMOS AVANZANDO EN EL CAMINO HACIA UN FUTURO MAS IGUALITARIO.
CMTC y sus sindicatos afiliados conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Extraído del artículo del Lic. Róger M. Aguilar Gutiérrez “Retos del sistema de pensiones”, que forma parte del libro La construcción de la Seguridad Social, UNED, 2004.
La Seguridad social y, dentro de ella, la protección de los seres humanos ante las contigencias de invalidez, vejez y muerte, es un derecho fundamental. Por ello, el sistema de pensiones se inspira en los principios de obligatoridad, universalidad, solidaridad e igualdad, consagrados en la Constitución Política de la República.
Desde las últimas décadas del siglo XX, los sistemas de pensiones alrededor del mundo están llevando a cabo reformas importantes en sus esquemas, motivadas principalmente por problemas financieros de corto, mediano o largo plazo. Esto obedece a que los esquemas diseñados hacia finales de la primera mitad del siglo XX no obedecen ni se corresponden de manera efectiva con la realidad socioeconómica actual y, mucho menos, con la que se prevee para los próximos años.
Nuestro país no escapa a los problemas de financiamiento en el Sistema de Pensiones, razón por la cual a partir del año 1990 se inicia un proceso de reforma que todavía se mantiene vigente.
Antecedentes históricos
El Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la CCSS y 19 regímenes especiales de pensiones dirigidos a diferentes grupos del sector público, inician su gestión a mediados del siglo anterior.
Durante las décadas de 1970 y 1980 se fueron aumentando los privilegios de los diferentes grupos del sector público pero llegó a ser evidente que los sistemas no podían sostener estos privilegios a largo plazo por lo que, a instancias de la CCSS, se inicia el proceso de reforma en diciembre de 1990.
En el período antes citado, también se aumentó la cobertura general a todos los obreros, trabajadores del comercio, labores domésticas, trabajadores del campo. Adicionalmente, en 1975 se universalizó el IVM para asegurar al trabajador y sus familias una protección básica. Finalmente, en ese mismo año se le encargó al Régimen IVM la administración del Régimen No Contributivo (RNC).
La nueva conceptualización del Sistema Costarricense de Pensiones se inspira en tres pilares o regímenes, articulados para garantizar una protección básica universal de caracter solidario y la protección adicional que los diferentes grupos de trabajadores puedan requerir, conforme con su capacidad contributiva.
La misión del Sistema de Pensiones de la Seguridad Social es proveer la protección en caso de invalidez, vejez y muerte, que sea socialmente válida, dentro de un marco de racionalidad y austeridad, consecuente con una economía encaminada hacia la estabilidad y el crecimiento.
Significa que el sistema de pensiones debe garantizar un nivel mínimo de ingreso a la población que deje de estar activa laboralmente por razones de vejez o jubilación y por invalidez o muerte. Sin embargo, los beneficios que otorgue un sistema de pensiones deben ser congruentes con las posibilidades económicas del país, de manera que el sistema pueda ser sostenible en el tiempo.
El primer pilar de protección se dirige a toda la población, sea económicamente activa o no, sin distinciones.
En la actualidad comprende cinco regímenes de protección:
En el segundo pilar la protección se dirige al grupo de trabajadores asalariados mediante un régimen obligatorio (Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias). En algunos casos especiales, como los empleados de los bancos estatales, de la CCSS, el ICEy Recope, entre otros, existen otros fondos institucionales de pensiones complementarias, creados por leyes especiales.
El Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias se financia con un aporte patronal del 3.25% de los patronos, más un 1% del salario aportado por el trabajador. Dichos recursos se capitalizan en cuentas individuales y el monto de la pensión se calcula de acuerdo con el monto acumulado en la cuenta individual al momento de la jubilación.
Este régimen es administrado por las operadoras privadas e institucionales de fondos de pensiones.
En el tercer pilar la protección se dirige al individuo como tal, mediante los planes voluntarios o fondos de capitalización individual.
Actualmente este tipo de previsión personal cubre poco más del 10% de la población económicamente activa ocupada. La administración se realiza por medio de las opreadoras privadas e institucioneales de fondos de pensiones, las cuales se encuentran sometidas a la regulación y fiscalización de la SUPEN.
El Sistema Nacional de Pensiones presenta importantes inequidades en cuanto al régimen de beneficios que ofrece el primer pilar y en cuanto a la distribución de los recursos destinados al pago de pensiones.
Algunos ejemplos concretos de estas inequidades son los siguientes:
Los retos y perspectivas planteadas para el Sistema Nacional de Pensiones están determinados por los lineamientos estratégicos ya discutidos, la necesidad de reducir la inequidades y los alcances de la Ley de Protección al Trabajador.
Los temas fundamentales se refieren a:
Uno de los retos fundamentales del Sistema Nacional de Pensiones es logra la armonización y chorencia requerida entre los diferentes regímenes del primer pilar, con el propósito de reducir y eliminar la inequidades existentes.
Las reformas introducidas en los últimos años han propiciado una parcial y relativa armonización en torno a los regímenes de beneficios y al consecuente financiamento, principalmente en el caso del nuevo Régimen del Magisterio Nacional y del Seguro IVM, no así en el caso del Régimen Transitorio con cargo al Presupuesto Nacional y al Régimen del Poder Judicial.
Al nivel del segundo pilar cabe destacar que la Ley de Protección al Trabajador enfatiza las diferencias existentes en los montos y condiciones de los beneficios ofrecidos, especialmente en el caso de los trabajadores y funcionarios del Poder Judicial, Magisterio Nacional, bancos estatales, Caja Costarricense de Seguro Socia, ICE, RECOPE y otros, quienes reciben beneficios que no percibe el resto de la población.
Es necesario una reforma legal que promueva la racionalización de los privilegios para el caso del Régimen Transitorio con cargo al Presupuesto Nacional y al Régimen del Poder Judicial.
También es importante revisar la Ley de Protección al Trabajador, que establece el Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias, y buscar mecanismos para promover cambios paulatinos, enfocados en que los trabajadores jóvenes y la nuevas generaciones logren tener acceso a la pensión cuando alcancen la edad de la jubilación.
Asimismo, para el fortalecimiento y racionalización del primer nivel, como base fundamental del sistema, se requiere el establecimiento de un régimen de protección básica y universal, acorde con la técnica y doctrina de la Seguridad Social actual y la realidad económica y financiera del país.
En cuanto a la necesidad de extender la cobertura, debe enfatizarse que la cobertura actual en el Seguro IVM alcanza el 68% de la población activa ocupada.
Los grupos de los trabajadores independientes y asalariados de bajo ingreso, principalmente de los sectores informarles, son los que presentan el nivel de cobertura más bajo.
En relación con las actuales personas mayores se presentan las necesidades de cobertura más apremiantes, pues se estima que una población total aproximada de 150 mil personas mayores de 70 años, solo 100 mil están cubiertas como beneficiarios de pensión de alguno de los regímenes de protección existentes.
Ante la necesidad de extensión de cobertura y como soporte básico, paralelo a los regímenes contributivos, se requiere un esquema de protección básica universal, con el fin de lograr la protección del grupo de adultos mayores.
También es indispensable aumentar la cobertura de los trabajadores independientes por medio de campañas de promoción y concientización sobre los beneficios de incorporarse al sistema desde la juventud.
En relación con la sostenibilidad económica y financiera del Sistema Nacional de Pensiones, una de las circunstancias que más influye es la tendencia creciente de los costos, en virtud del proceso de transición demográfica que experimenta el país y cuyo énfasis se dará a partir de la segunda década del presente siglo.
Se estima que la población en edad de jubilación que existía a finales del siglo XX se duplicará a partir del año 2015, con el consecuente impacto económico en el sistema.
En el caso del seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), en el año 2000 había 6.4 trabajadores activos cotizantes por cada pensionado; esta proporción se irá reduciendo hasta que en el año 2040 haya solo 3.1 trabajadores activos cotizantes por cada pensionado.
Por otra parte, el costo como porcentaje de los salarios aumenta paulatinamente y ya para el 2010 superó la contribución actual del cotizante, que es de 7.5%. Este desequilibrio financiero resulta insostenible si no se toman las medidas pertinentes en cuanto al aumento de las contribuciones y a la racionalización del gasto, por medio de un ajuste en el régimen de beneficios.
Si bien es cierto, por años la cotización fue una sola prima general en 7.5%, durante la últimagran reforma del IVM en el año 2005, se modificó el esquema de financiamiento y se pasó a una prima escalonada, donde se tendrían escalones del 0.5% cada 5 años a partir del 2010.
Adicionalmente, a finales de 2015, la Junta Directiva de la CCSS aprobó un paquete de medidas de corto plazo, dentro de las que destacan el aumento del 1% al aporte de los trabajadores y un 0.66% al aporte del Estado.
Para garantizar la sostenibilidad económica y financiera del Sistema Nacional de Pensiones se requiere:
En el caso del Régimen Transitorio de Pensiones con cargo al Presupuesto Nacional debe destacarse que hay un crecimiento acelerado de los gastos en el corto plazo, el cual determina una fuerte presión sobre el déficit fiscal existente.
Asimismo el Estado ha mantenido un importante nivel de morosidad en sus obligaciones con la Caja, lo que produce importantes desequilibrios financieros, pricipalmente en la gestión del Régimen No Contributivo de Pensiones por Monto Básico.
Es fundamental realizar estudios actuariales a fin de cuantificar el impacto de los regímenes de pensiones en las finanzas públicas para los próximos años y proceder a establecer las previsiones pertinentes para garantizar su sostenibilidad.
Además, en relación con la morosidad del Estado, se ha considerado necesario revisar el papel y las obligaciones del Estado para con la Seguridad Social por medio de una reforma legal que desarrolle el contenido del Artículo 177 de la Constitución Política de la República. El propósito que se busca es desarrollar la regulación sobre el papel del Estado, que permita alcanzar la universalización de la protención de la Seguridad Social y el pago oportuno de sus obligaciones mediante el destino específico de impuestos.
Por imperativo legal, el 80% de los recursos acumulados por los fondos de pensiones son invertido en los bancos públicos y el Ministerio de Hacienda, lo que constituye una fuerte restricción en las posibilidades de financiamiento del Sistema Nacional de Pensiones pues no ofrecen la rentabilidad que se podría obtener en otras inversiones.
El reto fundamental en el manejo de la cartera de inversiones de los fondos de pensiones del Sistema Nacional de Pensiones es lograr un nivel aceptable de diversificación en cuanto a instrumentos y emisores, para lo que se requiere una estrategia orientada hacia la reducción de la cartera en títulos del Ministerio de Hacienda, promoviendo a la vez un fuerte énfasis en inversiones hipotecarias, infraestructura económica, servicios y otras.
Lecturas optativas recomendadas
La información que contiene este material fue extraída de la presentación “Salud y Seguridad Social en Costa Rica”, que el Lic. Miguel Gutiérrez Saxe, Director del Programa Estado de la Nación, realizó el 28 de junio de 2011 en el CENDEISSS, como parte de las actividades programadas para la celebración del 70 aniversario de la Institución.
Costa Rica: un país singular
Nuestro origen, hasta el más cercano, es humilde. Una pareja de científicos sociales que visitaron nuestro territorio en los años cuarentas, lo describieron de gente descalza y sin dientes.
Sobre esta base, un gran esfuerzo nacional tuvo como resultados un alto y sostenido crecimiento económico, progreso social y perfeccionamiento de las instituciones democráticas en la segunda mitad del Siglo XX, como ninguna otra nación de América Latina puede mostrar.
Sin embargo, a mediados del siglo XX Costa Rica construyó las bases para el desarrollo de un sistema de bienestar fundamentado en:
Un piso básico para todos
Este sistema se enfocó en ampliar los servicios de educación, salud, vivienda y servicios básicos. La estrategia del país de fortalecer los servicios sociales universales generó una población más homogénea en cuanto a la distribución de los bienes sociales con lo cual se estableció un “piso básico” de ciudadanía social.En un lapso de apenas 50 años, los indicadores del país es muchas áreas claves cambiaron radicalmente y transformaron la sociedad costarricense, como puede apreciarse en el gráfico que se presenta a continuación.
El significado de estos indicadores
Aunque todos los indicadores contenidos en el cuadro anterior se relacionan entre sí, los que más impactan la gestión de los servicios de salud que ofrece la CCSS son los siguientes:
Esperanza de vida al nacer
De acuerdo con estos datos, los costarricenses viven en promedio casi 17 años más que hace 40 años. Esto significa que los servicios de salud tienen que responder a las necesidades de una población que no solo crece en cantidad de habitantes sino también que vive muchos más años que antes.
Mortalidad y desnutrición infantil
La drástica disminución de la mortalidad infantil, muy relacionada también con la reducción de la desnutrición, coloca a Costa Rica entre los países más avanzados de América y en una posición muy cercana a los índices de los países desarrollados. Este notable éxito de los servicios de salud del país implica que la población ha crecido de manera muy importante, pues en los mismos 60 años pasó de 816 000 habitantes a más de 4 millones y medio, lo que representa un crecimiento del 550%.
Cobertura de la seguridad social
La cobertura de la seguridad social también ha alcanzado tasas de países desarrollados pues en el 2009 ya alcanzaba al 90% de la población. Sin embargo, en el caso de los servicios de salud, el 100% de los habitantes del país (no solo ciudadanos sino también migrantes de otros países) reciben los servicios básicos de salud, lo que impone una gran presión a la CCSS.
De cara a las próximas décadas
Los datos anteriores sobre el cambio de los indicadores en los últimos 60 años nos dan una idea sobre la situación actual del país. Sin embargo, las próximas décadas ofrecen desafíos aún mayores para los servicios de salud.
Una de las situaciones más significativas para la salud y la seguridad social del país es el cambio en la composición de la sociedad. Si observa con detenimiento las pirámides poblacionales de la siguiente imágen notará que en 1965 había mucho más gente joven que adultos y adultos mayores. En la actualidad (2008) empieza a disminuir la cantidad de niños y jóvenes y a aumentar la de adultos y adultos mayores. Para el 2050 habrá desaparecido casi completamente la forma piramidal, indicando que la cantidad de adultos y adultos mayores se ha incrementado hasta duplicar o triplicar en que existe actualmente.
Implicaciones de la transición demográfica
Reflexión
¿Qué implicaciones tiene para los servicios de salud el cambio en la composición de la sociedad?
Las implicaciones son enormes. Algunas de las más significativas son:
Perfil epidemiológico
En el cuadro superior se muestra el cambio en las causas de muerte de la población desde 1930 hasta el 2000. Como puede apreciar las enfermedades transmisibles, que por muchos años fueron la causa más frecuente de muerte representan en la actualidad solo un 5%.
En cambio, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades crónicas representan más del 70% de las causas de muerte. Este dato es relevante no solo por las implicaciones en la atención de los pacientes sino también por los elevados costos que involucra la atención de este tipo de enfermedades.
Problemas actuales y perspectivas futuras
Los cambios en el perfil de la población, la demanda de más, mayores y mejores servicios de salud por parte de los usuarios, así como los costos crecientes de la atención han puesto a la Institución en una encrucijada que amenaza convertirse en una de las mayores crisis de su historia.
Ante este panorama es indispensable que no solo las autoridades responsables de la Caja sino todos los funcionarios, desde cualquier posición que ocupen, reafirmen su compromiso con los valores de la seguridad social y contribuyan, con sus ideas y con su trabajo diario, a fortalecer la Institución de cara a los retos de las próximas décadas.